Estrés térmico

 

Estrés térmico por calor

El calor es un contaminante físico ambiental cuya acción directa sobre el cuerpo humano desencadena el desarrollo de un mecanismo de defensa contrario a la elevación de temperatura.

 

En el puesto de trabajo el calor supone, en una gran parte de las ocasiones, una incomodidad o disconfort. No obstante, aquellos trabajadores expuestos a calor extremo, tanto en ambientes interiores como exteriores, así como aquellos trabajadores que realizan tareas con mucha demanda energética, pueden estar sometidos a un riesgo por estrés térmico. El estrés térmico por calor puede ocasionar enfermedades como el golpe de calor, la extenuación, el síncope, calambres, fiebres, erupciones, e incluso la muerte. Así mismo, este contaminante puede incrementar el riesgo de sufrir lesiones indirectas por parte del trabajador, producto del incremento de la sudoración de las manos, la reducción de la visión debido al empañado de gafas, los mareos o la reducción de las funciones cerebrales.

 

La presencia de calor en el lugar de trabajo puede estar condicionada por diversos factores, destacando las fuentes de calor como la maquinaria fija y móvil, la humedad, la ventilación, la existencia de temperatura en el macizo rocoso (en el caso del sector minero) así como la demanda energética de la actividad desarrollada.

 

En el Instituto Nacional de Silicosis se dispone de los medios técnicos y humanos, con experiencia en la realización de estudios de exposición a elevadas temperaturas (riesgo de estrés térmico por calor) en centros productivos.