En gran parte de la minería del carbón en España, el personal lleva, incluido en su equipo habitual de trabajo, un autorrescatador de oxígeno químico ante posibles emergencias que impliquen una falta o déficit de oxígeno.

Diferentes accidentes en los cuales había sido imprescindible la utilización de estos equipos, mostraron que el desconocimiento y la falta de entrenamiento en su utilización, invitaron a algún trabajador a rechazar y desprenderse del equipo pensando que su funcionamiento no era correcto, con consecuencias mortales por tales acciones. 

Esta es la razón por la que, desde el Instituto Nacional de Silicosis, se planteó la necesidad de iniciar un proceso de formación continua en el uso de estos equipos, pero evitando tanto el entrenamiento con nuevos equipos, debido a su importante coste, como al empleo de aparatos caducados de los que no se disponía en número suficiente. 
La idea para resolver este problema consistió en diseñar una estación de simulación en la cual los trabajadores pudieran experimentar las mismas sensaciones adversas, principalmente calor y sequedad en el oxígeno que proporciona el equipo Este diseño, que se viene aplicando desde hace cinco años, fue expuesto en la 30th Internacional Conference of Safety in Mines Research Institute, celebrada en el año 2003 en Johannesburgo 
Posteriormente, y como una segunda fase del proyecto, se estudió, a través de mediciones?in situ?, el consumo de oxígeno por los trabajadores, según diferentes escenarios de ?escape? en el interior de la mina, a fin d e conocer la autonomía de los autorrescatadores y poder así planificar la instalación de estaciones intermedias de refugio o de cambio de equipos Los resultados de esta investigación fueron expuestos, a través de un video, en la 31st Bienal Internacional Conference of Safety in Mines Research Institutes, celebrada en el año 2005 en Brisbane ( Australia) 
Para nuestra sorpresa, al llevar a cabo diferentes simulacros de emergencias, se observó que, a pesar de todos los programas de entrenamiento a que nos hemos referido, cuando se planteaba la necesidad de abrir y colocar el autorrescatador en condiciones hostiles, creadas artficialmente en la mina con la introducción de humo, ruido, sin luz etc, los trabajadores fallaban a menudo a la hora de colocar el equipo en condiciones de funcionamiento correcto y, además, se observó que, en demasiadas ocasiones, eran incapaces de, con el equipo puesto, utilizar las correspondientes señales de alarma. 
Por este motivo se diseñó un circuito donde se reproducen las condiciones típicas de las emergencias, tales como existencia de humo, ausencia de luz etc. por donde deben circular los trabajadores tras, previamente, haberse colocado el equipo Durante su recorrido deben realizar distintas maniobras que suelen conllevar las emergencias. Finalmente, a la salida del circuito, comunican telefónicamente su situación y características de la emergencia, conversación que es grabada y analizada, posteriormente, por el grupo de entrenamiento.